La Comisión de Observadores Amplios de la Organización de Estados Americanos (OEA) que estuvo en nuestro país en una incursión no oficial el pasado mes de enero del año en curso, conformada por Jhon Cleese, Carlos López Puccio y Otrova Goménos, publicó este jueves su informe sobre la situación del humor en nuestro país, denominado: "Humor Totalitario en Venezuela".
Para la Comisión, una vez procesada la información suministrada por el Ministerio de Salas Situacionales y Mesas Técnicas, se evidencia que la chanza y la burlita, no cumplen una función insurgente en nuestro país, sino que por el contrario, desempeñan una función consolidadora y reafirmadora de la obscenidad del poder.
En su primer capítulo sobre "Risa e ineficacia", el informe explica que a diferencia de otras épocas en las cuales el chalequeo y la joda sistemática, hacían mella en las estructuras del poder (tanto en sistemas dictatoriales, como demócrata corruptos), en la Venezuela contemporánea, el chistecito y la falta de respeto, generan un efecto catártico en la gente, la cual, al experimentar un estado de bienestar, se aleja cada vez más de la posibilidad de realizar acciones concretas de transformación política. En este sentido, consideran que experiencias como las publicaciones "Fantoches", "El Morrocoy Azul", “La Pava Macha”, "El Sádico Ilustrado" o "El Camaleón", no son replicables en la actualidad.
En el segundo capítulo dedicado a "Seriedad y libertad", exponen que la jodiendita trivializa la opresión e impide que se le perciba en toda su crueldad. Una reacción de susto y respeto, es mucho más conveniente para generar una reflexión preocupada ante los gestos autoritarios del poder, que una reacción de desparpajo e ironía. Recomiendan que ante el abuso de poder, el respeto es mucho más insurgente que la descalificación mordaz. Indican además que la actitud seria, puede derivar hacia una angustia paralizante que movilice hacia acciones concretas de probada eficacia, encaminadas hacia la toma del poder, como sonar cacerolas, marchar, tirar piedras y votar.
La actitud seria, además, puede facilitar la promoción del sufrimiento, la frustración y el odio, los cuales son elementos mucho más movilizadores que pueden activar acciones políticas eficaces, como enseñan las experiencias exitosas de la "Desavenencia de Octubre", a través de la cual los bolcheviques tomaron el poder en Rusia, o la "Marcha sobre Roma", que les dio el control del estado a los cabezas calvas en Italia.
En el tercer y último capítulo del informe, dedicado a "Desarrollo Cognitivo y Acción Política", la Comisión expone que variadas formas humorísticas como el sarcasmo, la ironía, el absurdo o el doble sentido, en el mejor de los casos, puede estimular el desarrollo de esquemas de pensamiento alternativo, pero que este tipo de pensamiento, es incapaz de influir en un comportamiento político transformador, por cuanto es un hecho firmemente establecido por la ciencia, que el pensamiento no está relacionado con la acción.
Finalmente, fundamentados en la experiencia Venezuela, la Comisión concluye que el humor es un signo distintivo del pensamiento totalitario, que lo consolida, hace mas divertida la violación de derechos fundamentales y distrae la acción transformadora, mucho mas si se realiza en espacios virtuales e irrelevantes para la vida del país.