Como parte del proceso de paz que se adelanta en Venezuela orientado a restablecer el hilo constitucional interrumpido desde hace 17 años, el Secretario de Estado norteamericano Jhon Kerry firmó un pacto de no injerencia con la Cancillera de Venezuela Delcy Rodríguez, en el cual se establece el compromiso por parte del gobierno norteamericano de no enviar tropas a suelo venezolano para impedir que el gobierno de Maduro continúe imprimiendo dinero basura, especulando con el mercado cambiario, acaparando los dólares, desconociendo sus obligaciones de pago y deformando el proceso de producción y distribución de alimentos.
Sobre la hiperinflación venezolana, el Cancillero norteamericano tomó la misma postura de Pedro Palma, Miguel Rodríguez y Ricardo Haussman en el sentido de no pronunciarse al respecto de manera clara y contundente, sino mas bien confusa y esquiva. Dijo Kerry que la única condición planteada por su gobierno para mantener el acuerdo, es que se garantice el sitio preferencial a Chevron y British Petroleum Corporation, en la apropiación del crudo pesado de la Faja Petrolífera del Orinoco.
Por su parte la Cancillera venezolana, se comprometió a interponer sus buenos oficios para acelerar las conversaciones que se están llevando a cabo con los partidos Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular, Un Nuevo Tiempo y Alianza al Bravo Pueblo, no así con COPEI, el MAS, el FUN y el MPD, por cuanto tales organizaciones ya no existen.
Estas conversaciones que renuevan al anterior Pacto de Fuerte Tiuna, repiten el modus operandi de las Mesas de Diálogo del 2002, 2003 y 2014, ya que a ninguno de los bandos enemigos se les ocurre un concepto con mejor punch y recall en la audiencia.
Emilio Castro dando su apoyo a Timoteo en la Mesa de Diálogo IV. |
Dijo la Cancillera Rodríguez al Correo de Rio Turbio, que como voceros gubernamentales se encuentran participando en las mesas de reconciliación nacional, Francisco Ameliach, Pedro Carreño, Mario Silva, Pedro Carvajalino, Tania Díaz, David Cabello, Elías Eljuri, Aurelio Gil Beroes, Emilio Castro y Alberto Castellar.
Kerry le suministró a Rodríguez una hoja de ruta en la que le presentó la agenda que el Departamento de Estado aprueba para las mesas, en la cual se describen cuatro puntos fundamentales:
1. En el inminente gobierno de coalición entre Acción Democrática, el PSUV, Primero Justicia y Voluntad Popular, una prioridad fundamental a acometer, es la asignación del Ministerio de la Familia al PSUV en vista de que ya el MAS sacó provecho de él durante el puntofijismo.
2. Mejorar la comunicación de los ciudadanos con el PSUV para que el partido pueda conocer sus números de cédula con suficiente tiempo y organizar las listas para que los Consejos Comunales puedan repartir las bolsas de comida con mayor eficacia.
3. Erradicar de la cultura política del venezolano, los términos “guanabana” y “pomarrosa” con la esperanza de que las realidades a las cuales hacen referencia, sean desapercibidas.
4. Impedir las difamaciones, injurias, vilipendios, suspicacias, incredulidades y develaciones, en el espacio notorio comunicacional.